Entrevista a Catalina Coronado

Entrevista a Catalina Coronado

Conversaciones de El Sol Digital (XLVI)

Vicente Almenara.- Catalina Coronado -Medina Sidonia, Cádiz, 1960- no pudo estudiar Bellas Artes, como quería y relata en esta entrevista, pero no se arredró y caminó sola entre los lienzos y los colores, en un bosque imaginado más en su subconsciente. Hoy pinta en Chiclana, cerca del mar y frente al verde césped recién cortado.

La vida la llevó a la función pública pero se escapa de esa realidad, que ella deforma, cada tarde y se planta ante el caballete, frente a la naturaleza y el cosmos. Ahora se pierde en la geometría, entre figuras laberínticas, rectas y curvas, que la envuelven. 


¿A qué momento se remontan tus primeros recuerdos relacionados con el arte?

Los primeros recuerdos que tengo son de cuando tenía siete u ocho años en la casa familiar, en Las Lomas, Cádiz. Me ponía a coger hojas de blogs que me regalaba mi madre y dibujaba mientras que ella cocinaba. Cogía los lápices de colores y dibujaba lo que veía en la mesa, frutas, verduras… me ha gustado siempre dibujar y utilizar lápices de colores, los conocidos Alpino.

¿Puedes apreciar que hay saltos cualitativos o etapas en tu pintura?

Conforme iba creciendo tenía otras preferencias. Empecé utilizando lápices, pero me gustaba la pintura. Siempre me ha llamado la atención el color verde y los colores primarios. El azul era un color también que utilizaba, porque soy una persona de mar, y al atardecer cuando paseaba con mis padres, veía y analizaba el color del mar, los tonos azules, verdes y plateados. A partir de ahí, es cuando utilizaba la pintura. Cuando tuve que salir a estudiar, lo dejé todo. No tenía tiempo para pintar y dibujar.

No sé si en tus estudios has cursado dibujo técnico y artístico, ¿en su caso te sirvió de algo?

Bueno, me sirvió para probar a utilizar la tinta en los dibujos. Unos de mis profesores, Juan Torres Bru, pertenecía a la Academia de Bellas Artes de Cádiz, impartía dibujo técnico y utilizábamos mucho el rotring. Era un profesor muy perfeccionista y recuerdo que colocaba el dibujo en el cristal por lo que, al trasluz, miraba si había un borrón y te descalificaba. En su día dibujábamos piezas mecánicas porque tenía mucha geometría, las roscas, los hexágonos, los cilindros… Eso me llevó a utilizar la tinta en un dibujo libre en el que comencé a crear cosas.

Sin embargo, dejaste de utilizar la tinta…

Tuve una temporada en la que no pinté, pero cuando empecé a trabajar, me llamó la atención otro tipo de técnicas, como el óleo. Mi idea era hacer Bellas Artes, pero no lo pude hacer porque en Cádiz no existía, tenía que ir a Sevilla. Lo intenté, porque mi intención era aprender técnicas, historia del arte y estudiar.

Además del dibujo técnico que comentas, ¿recibiste clases de dibujo artístico en algún momento?

Con este profesor que comento, me fui con él cuatro años a estudiar. Aprendíamos a pintar, a preparar los lienzos, diferentes técnicas… Con él empecé en el dibujo y pasé al pastel… Hasta que empecé a crear. A este hombre le debo el romper con todo lo academicista, un día nos dijo ‘tenéis libre una hora para hacer lo que queráis sin ningún tipo de motivo’. En ese momento, dibujé una silla rota, pinceladas sueltas, lo que quería… Aquí es cuando comencé a romper, a investigar… Hice una exposición colectiva de apoyo social, después una individual en la Sala Melcar, a finales de los 80, una sala de Cádiz que ya no existe.

¿Te ha influido alguna escuela o tendencia?, ¿cuál ha sido el factor decisivo en tu línea artística?

Me gustaban mucho los pintores franceses, los impresionistas. Degas me encantaba, Seurat y el puntillismo también me llamaba la atención porque representaba la realidad de una manera divertida. Veías paisajes con colores fríos, la utilización de esos colores fríos en Monet, por ejemplo. Y después, el cubismo y la geometría en las figuras y los paisajes, en los elementos de la naturaleza. He ido creando, evolucionando, he ido viendo otros aspectos de la pintura de los colores.

¿En qué medida influye tu forma de pensar y tu vida en tu forma de pintar?

Cuando te vas haciendo mayor tienes más experiencias en la vida y plasmas lo que piensas, es lo único que puedo decir.

¿Cómo defines tu estilo hoy?

No puedo decirte que esté incluida en alguna corriente específica. Me gusta deformar las figuras, la realidad ya de por sí es demasiado cruda. Me gusta reflejar mi propia impresión de la belleza en la realidad.  A veces no hay que pensar en nada, nada más con utilizar el pincel, y el color… salen manchas, figuras, conexiones, el universo lo tengo muy presente en mis pinturas.

¿Escondes algo detrás del cuadro o el cuadro refleja tu alma?

Lo que te puedo decir es que en los momentos en los que soy absolutamente feliz y no tengo ningún tipo de problema soy creativa. En esos momentos es cuando me evado, especialmente en la naturaleza.

 ¿Te gusta más la naturaleza y el cosmos que las personas?,  ¿acaso huyes de las personas?

No es que huya de las personas, es que prefiero la naturaleza y el cosmos, como dices. Las personas no me aportan lo suficiente como para plasmar en un cuadro la figura.

¿Has probado a dibujar alguna vez a una persona?

Sí. Pero, por ejemplo, fíjate en el detalle de que cuando fotografío a personas, las fotografío por detrás, no de frente. Eduardo Úrculo hacía lo mismo, no sé lo que puede significar, pero me gusta plasmar la figura vista desde atrás, quizás sea porque está integrada en la naturaleza. No es alguien en especial, sino que forma parte del paisaje.

También pintas fotografías. ¿Conocías a Ouka Leele?

Estuve haciendo un curso con ella. Me fascinó la forma de utilizar en una fotografía en blanco y negro una acuarela líquida y el efecto que producía. La acuarela da mucho juego, en el papel fotográfico hace mucho. Utilizo varias capas, espero que se sequen y vuelvo a pintar encima y les das un efecto diferente al que le daba Ouka Leele, que lo hacía en una superficie limpia y con un color limpio. Yo, realmente, nunca termino un cuadro.

Rojo
El cosmos es uno de sus motivos pictóricos preferidos

¿Crees que ya ha muerto el arte contemporáneo?

No. Se sigue evolucionando, las nuevas tecnologías están influyendo cada vez más en el arte. El arte no se ciñe solo al pincel y el óleo, ahora se utilizan técnicas visuales, montajes… la temática hoy en día es más amplia, se teatraliza con aspectos y elementos diferentes. La evolución del arte va por el uso y la incorporación de las nuevas tecnologías.

¿Crees que te va a llegar alguna otra ola a tu vida artística?

A mi me gustaría saber utilizar algunas tecnologías, por ejemplo, el programa Prints para crear los patrones. A través de unas cuadrículas empiezas a hacer un dibujo geométrico y crear un patrón para hacer un cuadro o diseños de tela. Me gustaría aprender de todo. Me interesaría trabajar con el diseño gráfico, al igual que hacer cerámica, pero lo que yo utilizo, el óleo, es lo que más me gusta.

¿Cuántas horas le dedicas a la semana?

Muy pocas, unas tres horas. Me gustaría dedicarle mucho más, pero no tengo tiempo. Además, me gusta pintar con luz natural.